Acto conmemorativo en Villarino de los Aires
El 23 de mayo del 2009 fallecía nuestro autor José-Miguel Ullán en Madrid. Como corresponde a una figura como la suya, la muerte no significó el olvido. En esta entrada del blog queremos hablaros sobre un acto conmemorativo que es especialmente significativo.
El 12 de mayo del 2018 en Villarino de los Aires y con la iniciativa de la Asociación Vecinal Villarino y Cabeza, se realizaron diferentes actos en honor a uno de sus villarinense más ilustres. Fueron actos caracterizados, como corresponde al lugar de celebración, por la intimidad y el cariño hacia el autor.
Se empezó colocando una placa conmemorativa en la fachada de la que fue su casa. Fue un acto lleno de arte, en el que una rapsoda, una soprano y una violinista –María Ángeles Gutiérrez Tábara, Ángela Romero y Elena Martín Bárez– pusieron la música en el ambiente interpretando diferentes canciones tradicionales del pueblo, que tanto gustaban a Ullán, como todo lo que tenía que ver con su lugar de origen.
A continuación, en la Plaza Mayor del pueblo, se recitaron algunos poemas del autor, siendo las más emotivas las de su hija Eva y su nieto Alejandro, quién emocionó con su interpretación a todos los asistentes.
El evento finalizó con el tercer acto, en el centro cultural de Villarino de los Aires que en 2014 se redenominó como «Centro Cultural José-Miguel Ullán». En este acto se acercó a los asistentes a la persona y obra de Ullán de la mano de la doctora en filosofía Rosa María Benéitez Andrés, quien ha realizado una gran labor de investigación sobre la obra del autor, y del doctor, en el sentido más usual de la palabra, y amigo de la infancia de José-Miguel, Antonio Grande Benito. Se descubrió la placa que acreditaba el cambio de nombre del centro cultural, se leyeron textos del autor y, finalmente, se proyectaron algunos de los mejores momentos televisivos en representación de su vertiente más televisiva.
Era innegable que en el ambiente había un sentimiento de que este acto tenía que haber llegado antes, pero como decía José-Miguel Ullán «Benditas sean las cosas que llegan siempre tarde».
