Vivir a manos llenas
3 min readFeb 21, 2022

¡Buenas tardes!

Somos un grupo de estudiantes del Máster de Edición de la Universidad Autónoma de Madrid. Cada año, la editorial del máster, Libros de la Ballena, publica cuatro títulos cuya edición corre a cargo de sus estudiantes. En nuestro caso, hemos tenido la gran suerte de poder publicar los artículos de juventud de José-Miguel Ullán en una antología que titulamos Vivir a manos llenas. Periodismo de juventud.

Aunque se trata de una de las figuras más representativas de la cultura española del siglo xx, todavía quedan muchas personas que no conocen las múltiples facetas de este poeta, que también fue periodista, locutor de radio, comisario de exposiciones y hasta presentador de Eurovisión durante los años 83 y 84. Ante la imposibilidad de abarcar toda su trayectoria artística y cultural, vamos a trazar en este primer post algunas pinceladas que sirvan para abrir boca y crear una visión general de este autor que nos acompañará cada semana hasta la fecha de publicación del libro.

José-Miguel Ullán nació en Villarino de los Aires, un pueblo de Salamanca que colinda con Portugal. Aunque en muchas plataformas se afirma que su carrera periodística comenzó durante su exilio en París, concretamente en France Culture, Ullán inició su trayectoria profesional como columnista en El Adelanto de Salamanca con tan solo dieciocho años. En cada publicación escribía sobre aquel presente dando voz a una cultura en plena transición. Desde entonces, su implicación cultural no cesó. Colaboró en medios como El País o Diario 16, donde fundó el suplemento «Culturas». También en Radio Nacional o en el programa de televisión Tatuaje, donde nos dejó entrevistas tan peculiares como la de El Fary y su «hombre blandengue».

Ante todo, fue un poeta «exigente e insobornable», como escribió en El País Juan Cruz, prologuista de esta antología, por las jornadas conmemorativas que La Casa Encendida celebró por el décimo aniversario de la muerte de nuestro autor. En nuestra cuenta de Instagram (@ullan.viviramanosllenas) podéis encontrar el poema «Manjar lento», un ejemplo de cómo era capaz de poner palabras a la quietud, de narrar lo cotidiano y elevarlo a la categoría de arte, como cada proyecto que llevaba a cabo.

Con el tiempo, su poesía evolucionó a lo que él llamó «agrafismos»; poesía visual publicada en la revista literaria El signo del gorrión, o expuesta en la Universidad de Chile y en la Sala de Exposiciones del Círculo de Lectores.

Por si esto fuera poco, también organizó numerosas exposiciones de artes plásticas tanto nacionales como internacionales, y colaboró con músicos, de modo que algunos de sus poemas podemos disfrutarlos también convertidos en letra de algunas canciones.

Acabamos con otro fragmento del artículo ya citado y que nos parece una perfecta descripción tanto de la persona como del artista que fue José-Miguel Ullán:
[…] esa exigencia, habitada por el barroco de Góngora o de Villamediana, fue trasladada por él al periodismo y a la televisión. Surcó por esos lugares de la palabra rápida con igual bisturí que el que usó para su poesía. Su exigencia poética lo hizo implacable y libre como un hombre que tacha para ser más claro. (El País, mayo de 2019)

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«Vivir a manos llenas. Periodismo de juventud», José-Miguel Ullán. Próximamente en librerías. linktr.ee/ullan.viviramanosllenas

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