La relación de Ullán con el mundo cultural
A lo largo de su carrera periodística y cultural, José-Miguel Ullán fue dejando una huella imborrable en el mundo cultural español, empezando con su exilio en Francia en el año 1966, donde se formó en la École Pratique des Hautes Études (universidad francesa) en sociología, literatura y arte y se encargó de las emisiones en español de la radio pública francesa France Culture, la cual se centraba en temas de actualidad política, historia internacional y cultura y arte, entre otros, contra la censura franquista. Además, participó en la sección cultural de Radio París, colaborando con autores importantes del momento y de la actualidad como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
Una vez pudo retornar a España tras la caída de la dictadura franquista, Ullán trabajó en medios de comunicación españoles de prensa, radio y televisión. Ejerció de columnista en El País, escribiendo multitud de artículos culturales de actualidad, y como subdirector del periódico Diario 16, donde fundó el suplemento «Culturas». También es posible recordarle por su trabajo en Televisión Española con el programa cultural Tatuaje, donde entrevistaba a figuras importantes de la época y hacía un repaso de la cultura de actualidad, y por su trabajo como presentador de Eurovisión, donde nos dio memorables comentarios sobre las actuaciones.
José-Miguel Ullán también fue, dentro de su versatilidad, comisario de exposiciones y crítico cultural. Organizó un gran número de exposiciones de arte en el Museo de Arte Contemporáneo, La Caixa y el Pabellón Mudéjar en diferentes ciudades españolas. Él mismo contribuyó al mundo del arte con sus «agrafismos» en su poesía visual, y colaboró con músicos como Luis de Pablo y la soprano Pura María Martínez. Es también destacable, por supuesto, la importante obra poética de José-Miguel Ullán, la cual ha sido publicada en España con Galaxia Gutenberg, y por la que se le suele recordar mayoritariamente, además de por sus contribuciones a El País.
En los artículos recogidos en el libro Vivir a manos llenas se puede percibir claramente esta sensibilidad cultural de un Ullán joven, que se interesaba y entremezclaba tanto la cultura más «elevada» como la cultura popular, dotando a ambas de protagonismo con su característico estilo. Habla de autores y de obras españoles y extranjeros, de música popular, de actividades cotidianas en los pueblos y de modas en la ciudad, preocupándose siempre por el mundo cultural y las personas que viven fuera y dentro de él.
Para terminar, recogemos esta cita de Javier Rodríguez Marcos en su artículo para El País en mayo de 2009, donde explica que «José-Miguel Ullán logró sintetizar en su polifacética obra vanguardia y tradición, la alta cultura y la popular».