Poemas de juventud: El Jornal (1965)
En la entrada anterior del blog os abríamos las puertas a los agrafismos de Ullán, obra de un artista ya experimentado y consolidado. En esta entrada, queremos llevaros a los inicios de su obra poética, a los versos de nuestro Ullán joven, el mismo que escribió los artículos de nuestra antología de artículos periodísticos.
Concretamente nos vamos a acercar a unos versos de su primera obra poética, El jornal, compuesta en el año 1965, cuando José-Miguel tenía apenas veintiún años. Igual que ocurre en sus artículos periodísticos de juventud, a pesar de su corta edad, Ullán demuestra una inteligencia y una sensibilidad artística evidente.
Sin más preámbulo, vamos a reproducir algunos de los versos que hemos escogido para iniciaros en los poemas de juventud de Ullán. Iremos de la mano, señalándoos las claves precisas para que podáis disfrutar y apreciar estos versos lo máximo posible. ¡Disfrutad!
EL JORNAL
I
Amatando el candil
tan en mi hogar.
Y, sin embargo, cósmico.
Con estos versos se inicia la obra poética de nuestro autor. Unos versos que establecen la dinámica y el espacio de toda su obra: desde la oscuridad y el silencio del hogar, de lo familiar, llegamos a lo cósmico. La personalidad de nuestro autor se palpa en toda su obra: desde su serenidad, su introspección concentrada, nos lleva a lo universal. Gran parte de la poesía de Ullán es instantánea: una imagen concreta nos produce una sensación y nos lleva a una idea. No hacen falta explicaciones innecesarias, solo imágenes yuxtapuestas mediante un lenguaje sintético.
VII
Amor,
yo te compraré
un cántaro
cuando venga
el cacharrero
a las fiestas.
Pero rómpelo,
amor,
cara al invierno.
Hay que renovar
siempre
la vasija.
Aunque el agua
la misma…
y el silencio.
La preocupación de Ullán por la España vaciada y los problemas rurales está muy presente en toda su obra de juventud. Estos versos nos asoman desde las palabras de un hombre a su amor sobre comprar un cántaro cuando venga el cacharrero a las fiestas al vértigo de la monotonía de los pueblos, al silencio eterno.
VIII
y del pan y del pan?
milagro habemos
aunque sólo en el mar
los peces
digo
aunque el hambre taladre
carrilleras
geografía candente
ti-ri-tan-do
Aparte del silencio eterno, en los pueblos españoles hay hambre y frío. Un frío que nos deja ti-ri-tan-do.
XI
miray chachitas miray
pues vaya babosus
vaya
suben el pan
las migajas
y aquí naidie dice na
acullá
qué sinvergüenzas
acullá
Uno de los rasgos más característicos de Ullán es su tendencia a mezclar la baja y la alta cultura, si es que existe tal diferencia. En estos versos, Ullán transcribe el habla popular, da voz a las personas de cuya realidad está hablando. Qué menos. La situación de la España rural se encrudece con la guerra civil española. En sus poemas y su obra periodística hay crítica social y política, pero sin perder nunca su valor literario.
XII
qué dolor visceral
por la mancera
hombre sobre el campo
firme
tan así de interrogante
sub-
terráneo
¿Hay imagen más potente que la de este trabajador campesino que inclinado en la tierra arando se convierte en un signo de interrogación tal que así? Escena fragmentaria construida sobre el vacío que nos dice lo necesario y crea en escasas palabras el efecto deseado: crudeza, desamparo, duda, cotidianeidad convertida en eternidad.
Esta entrada llega a su fin, pero no la poesía de Ullán, que esperamos que os resulte un poco más familiar a partir de ahora y que os hallamos animado, aunque sea un poquito, a seguir asomándoos a estos versos tan interesantes y, por momentos, tan complejos. En los poemas de José-Miguel Ullán se lee la historia española y, como en todos los buenos poemas, la historia universal de los seres humanos.